El sexismo lingüístico es el uso discriminatorio del lenguaje que se hace por razón de sexo. Tal y como considera la lingüista Eulalia Lledó “El lenguaje no es sexista en si mismo, sí lo es su utilización. Si se utiliza correctamente también puede contribuir a la igualdad y a la revaloración de la mujer”. Una de las cuestiones más polémicas relacionadas con el sexismo lingüístico proviene de la confusión que se establece entre sexo y género gramatical. No podemos olvidar que el principio fundamental del lenguaje es que la comunicación sea efectiva, por lo que, en el peor de los casos, siempre será preferible usar un término más, a que el mensaje resulte equívoco y/o sexista.
Lenguaje sexista y RAE
La Real Academia Española también se ha pronunciado al respecto. El informe de fecha uno de marzo de 2012, titulado "Sexismo lingüístico y visibilidad de la mujer". El 3 de marzo aprobó un informe, en el que criticaba las guías de lenguaje no sexista publicadas por diferentes instituciones públicas. Según la RAE, "un buen paso hacia la solución del `problema de la visibilidad´ sería reconocer, simple y llanamente, que, si se aplicaran las directrices propuestas en estas guías en sus término más estrictos, no se podría hablar".
Reglas de Uso del Lenguaje no Sexista:
Reglas de Uso del Lenguaje no Sexista:
- Utilizar un lenguaje igualitario y no excluyente permite ver a las mujeres, rompiendo con estereotipos y prejuicios sexistas; por todo ello, es necesario modificar el enfoque androcéntrico (el hombre como es centro del universo) de las expresiones, nombrando correctamente a mujeres y hombres.
- Es perfectamente compatible el uso de las normas gramaticales y estilísticas con el uso no sexista de la lengua. El uso innecesario o abusivo del masculino genérico es un obstáculo a la igualdad real entre mujeres y hombres porque oculta a las mujeres y produce ambigüedad, por lo que ha de evitarse su utilización en textos y documentos.
- Para sustituir el masculino genérico se emplearán términos colectivos, abstractos o vocablos no marcados, perífrasis o metonimias. Cuando no produce ambigüedad, se puede omitir la referencia directa o bien utilizar infinitivos o pronombres.
- Se utilizarán, siempre que sea posible, las denominaciones de cargos, profesiones y titulaciones en femenino, mediante el morfema de género y/o el artículo. Cuando su uso se haga en plural, se evitará la utilización del genérico masculino.
- Los documentos administrativos deben dirigirse a la ciudadanía con fórmulas que nombren específicamente a las mujeres cuando se conoce su sexo. Cuando se desconoce quien será la persona destinataria, se usarán fórmulas que engloben a ambos sexos, evitando el uso del masculino genérico.
- No es recomendable el uso de la @, que no es un signo lingüístico, sobre todo teniendo en cuenta la variedad de recursos que ofrece la lengua para evitar un uso no sexista del lenguaje.
- Tradicionalmente, el género masculino precede siempre al femenino cuando hay mención expresa de ambos sexos. Se propone por ello que el masculino no siempre se anteponga al femenino, de modo que este último también pueda aparecer en primer lugar, o que se alterne con el masculino.
Conclusión:
Luego de la explicación solo queda agregar las ultimas palabras:
El lenguaje no es sexista en un principio, es una manera correcta de hablar nuestro idioma, demostrando información y descartando la más mínima posibilidad de discriminar al género opuesto...
Bibliografía
- RAE. (2012). Real Academia Española. Recuperado el 6 de 2012, de Diccionario de la Lengua: http://www.rae.es/rae/gestores/gespub000011.nsf/voTodosporId/8A2D12812A66E09FC12579B6005787A2?OpenDocument&i=6
- UNED. (2009). La Universidad Nacional de Educación a Distancia. Recuperado el 8 de 5 de 2012, de Guía del Lenguaje no sexista: http://portal.uned.es/pls/portal/docs/PAGE/UNED_MAIN/LAUNIVERSIDAD/VICERRECTORADOS/GERENCIA/OFICINA_IGUALDAD/GUIA_LENGUAJE.PDF